Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un tapiz https://agnesbbtk186681.ttblogs.com/18376865/cómo-influyó-el-cabezazo-de-zidane-en-la-final